Fundación Expedición Eólica

martes, 20 de abril de 2010

Mi Primer Fotoescape



Ayer, por primera vez tuve la oportunidad de hacer lo que desde hace mucho tiempo me moría de ganas por hacer. Ir con un grupo de gente a tomar y tomar fotos.
Debo confesar que me daba un poquito de cosa la idea, era como el primer día de clases, o el día que comienzas a trabajar en un lugar desconocido, nunca sabes cómo es la gente con la que te va a tocar hacerlo, pero lo bueno, y que a fin de cuentas terminó animándome fue el hecho que todos tenemos la misma motivación y la misma pasión. La Fotografía.
Este evento se dió por lo que ahora es muy común, una convocatoria a través de facebook, de la mano de Elezar Briceño, mejor conocido como "CAPS" o Cápsula. un excelentísimo fotógrafo y mejor creativo. Lo conocí virtualmente por medio de un .... ah! no se cómo llamarlo, evento? serie de eventos? ok, una convocatoria a una especie de concurso donde todos ganaban y que se dió durante todo el 2009 que consistía en realizar una y sólo una foto a la semana, durante 52 semanas y media, es decir las semanas que tuvo ese año. De hecho ese era el nombre del PROYECTO (Ahora si tengo el nombre) 52 semanas y 1/2.
Retomando el cuento, la cosa es que por allí conocí a Eleazar, (disculpen, todavía no estoy acostumbrada  a llamarlo Caps porque me suena a ex-presidente)  y él, como todos los flickeros que van a este  tipo de encuentros, siempre andan inventando excusas para hacer este tipo de paseos, rallys, visitas o cualquier cosa que a alguno se le ocurra proponer, eso sí, sin perder el norte y con cámara en mano.

Entonces, y después de decidirme, el domingo 18 de Abril cerca de las 7:30 de la mañana estaba llegando al punto de encuentro con casi 20 desconocidos rumbo al litoral Central a hacer mi primer FOTOESCAPE PA´LA GUAIRA..
Lo primero fue decidir cómo nos dividiríamos. Yo estaba clara donde iba porque andaba en mi carro y mi acompañanate del día fue Danny, quien tuvo que soportarme por todo el tiempo que duró el trayecto rodando, ya que los amigos de lo ajeno me dejaron sin reproductor y me tocó hablar y hablar. La primera parada la hicimos en la playita donde comienza  la recta de El Tigrillo, antes de llegar a Naiguatá y allí comenzó el desfile de cámaras, debo confesar, unas más arrechas que otras. Allí estuvimos como media hora y yo, como cosa rara estaba metida por un montecito buscando animalitos ( y lo conseguí) hasta que fueron a buscarme porque ya todos estaban montaditos en los carros menos yo, y por supuesto mi acompañante, que esperaba por mí para seguir el trayecto.

Ahora nos tocó ir sin rumbo conocido, hasta que paramos después de Anare, en un lugar donde abundan las piedras dentro del mar y alguna vez hubo un restaurant o algo así. Bonito, como todo lugar medio virgen en el litoral. Esa fue la locación perfecta para que Caps hiciera una foto al mejor estilo de la película " Little Miss Sunshine" con todo el grupete y la combita, o sea, la Volkswagen protagonista de la historia, venida desde Maracay con su conductor estrella Antonio y su esposa Blanca. Estuvimos otro buen rato allí aprovechando el solazo que pegaba.
Decidimos emprender el retorno y ahora le tocó el turno a Naiguatá, que fue un brevísimo paso por el pueblo, porque estaba atestado de gente, realmente incaminable, así que nos desviamos por otra callecita, bajamos otra vez a los carros y huimos hacia Macuto.
Hacía cientos de miles de millones de años que nos pasaba por el Boulevard de Macuto y eso que viví en Macuto en mi época de Universidad, pero ni aún en esa época llegué a pisar ese largo paseo peatonal. Confieso que me pareció muy pintoresco, con estructuras de hoteles viejos, viejísimos algunos, y la gente vendiendo de todo en cualquier parte; salvavidas, sombreros, globos, cotufas, helados, y que se yo que más. Allí caminamos por todo el trayecto con la cámara guindada al cuello pero como andabamos en cambote no había mucho rollo. Llegamos al malecón, que a mi parecer es uno de los lugares más dantescos que he visitado. La verdad esa parte no la disfruté mucho, además que ya las nubes se habían apoderado del cielo azul que nos acompañó temprano, también estaba el hecho patético que  si se te ocurría pararte sobre el malecón podrías morir con el olor que salía de las piedras. Había basura entre piedra y piedra como para rellenar a la bonanza completamente,  y por si eso fuera poco, estaba el olor que deja el uso del baño de aquellos que no tienen escrúpulos y hacen sus necesidades sólidas en ese lugar.

Por un momento sentí pena ajena por la gente que viene de otros lugares y se da cuenta del poco nivel de cultura,de educación y de sentido común que tenemos, pero era momento de pasar la página y seguir.
En efecto, ya las nubes habían echado a perder el día porque era una bruma asquerosa que no dejaba hacer nada y las breves y espaciadas gotas anunciaban lo que venía. Caminamos rápido a los carros e intentamos seguir hacia el Fortin y la Zona Colonial, pero nos tocó despedirnos de algunos en los carros en marcha porque ya la lluvia era inminente y decidimos regresar, la mayoría a Caracas y otros 4 a Maracay.
Hoy tengo unos nuevos amigos de aventuras fotográficas, que si bien aún no me sé los nombres de memoria de todos, se que podemos seguir teniendo estas aventuras  de lo que sin duda más me apasiona.
Muchachos, ojalá que se repita pronto!!!

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