Fundación Expedición Eólica

domingo, 26 de diciembre de 2010

Iniciando el recorrido, Puerto Ordaz- Gran Sabana


Después de dormir plácidamente en la Posada Kavak de Puerto Ordaz y ya con todo ordenado en los carros, salimos a hacer el respectivo mercado y comprar hielo en panela, vital para la estadía. Todo esto después de resolver algunos detalles con la base donde se fija el Paramotor a la camioneta. La noche anterior apenas estacionarnos la U que la deja fija se dobló tanto que quedó como una O. Había que resolver ese tema o tendríamos dolores de cabeza. Arrancamos e hicimos nuestra primera parada en Upata a comer, nada excepcional. Por el contrario yo quedé frustrada con mi cachapa que debía venir acompañada de muucho  queso guayanés, total estabamos en Guayana ,no?  pero el queso  era la cuarta parte cuando mucho de una cachapa estándar. Mis ganas de darle al estomago  algo liviano por aquello de comer poco mientras manejo no me sació así que el trayacto estuvo acompañado de platanitos y chocolate.
Agarramos carretera, por un lado iban Tomy y René cayándose a cuentos de aventuras y por el otro Analis y yo, contándonos la vida completa. Llovía a destajo en el caminos mientras pasabamos Guasipati, El Callao, Tumeremo, y El Dorado, hasta llegar a Las Claritas, el lugar más dantesco de toda la ruta. Llegamos a la bomba a 5 para las seis de la tarde con la oscuridad de esta época a cuesta. En ese momento entendimos cómo iba a ser todo el viaje con el combustible. La guardia había cerrado la bomba y la más cercana estaba en el Fuerte Manicuyá a cientos de kilómetros de allí. Aún así decidimos seguir. Pasamos la Sierra de Lema, un bosque húmedo  de selva tropical bajo el cielo despejado pero sin luna. Hermoso. Después de pasar la piedra de la Virgen con sus velitas prendidas se abrió ante nuestros ojos aquella Sabana inmensa, que a pesar de la oscurana ,sólo alumbrada por estrellas, daba pistas de lo grande que es. Emocionados de estar allí seguimos rodando para darnos cuenta que no llegaríamos a nuestro destino con el poco combustible que teníamos en la camioneta. Hicimos la parada en Rápidos de Kamoirán, total, tenían hospedaje y una bomba que abre a las 7 de la mañana. Hacía frío y el cansancio ya pegaba. Era hora de un baño donde no hay calentador, sino agua directa del río helado por decir lo menos. Para calmar el hambre unos sanduchitos que hicimos entre todos. Uno ponía el pan, el otro le untaba mayonesa y otro queso y jamón, total lo que venía era camaradería así que era mejor hacer todo en equipo. Las camas sin pretensiones, que dan sólo para estrellarse en ella y no buscarle más vueltas al asunto. Sólo poner la cabeza en la almohada fue suficiente para desconectarnos hasta el amanecer. No hizo falta despertador, la luz de la mañana se colaba por la ventana y si no los gallos que duermen en la puerta de las cabañas se encargan de lo suyo. René fue el primero en salir y yo detrás a tomarle fotos al río que pasaba como a 50 metros de nuestra habitación.
Así estuvimos hasta la hora de llenar los tanques de gasolina para enrumbarnos a San Francisco de Yuruaní. Hicimos la parada obligada en Salto Kama o Kama Merú. Imponente caída de agua que deja desbordar su fuerza con toda esa lluvia caída en los meses propios de invierno.  De allí nos lanzamos raudos pero no veloces hasta kamarakapay. La primera impresión del lugar fue medio extraña, nos sentamos a comer mientras veíamos los videos de reaguetton o como se escriba que están de moda. Chino y Nacho a la vanguardia y yo me dije “he rodado tanto para escuchar esto aquí?” raro ,verdad.? Definitivamente no escapamos a la globalización. Ya con el estomago lleno después de hacer el desayuno-almuerzo y con el primer destino marcado en la agenda era tiempo de hacer los contactos para  llegar a Parai Tepuy. El objetivo: trasladarnos en rústico con los paramotores a custa para iniciar el vuelo desde allí. La primera mala noticia: “Los vehículos de la comunidad estaban dañados y sólo había uno que era usado como transporte escolar”. Ya con este pequeño detalle había que cambiar toda la estrategia. A Parai Tepui sólo se le llega en rústico . Este es el último asentamiento indígena próximo a las faldas del Roraima. Parada obligada para todo aquel que quiere llegar a la cima de este Tepuy.
Nos fuimos a predios cercanos a la carretera para buscar un lugar donde basar el campamento y que a la vez permitiera despegar para enrumbar a Parai Tepuy, esta vez por vía aérea. Nos encontramos con Sorowapé, un campamento con muchas cabañas y un río dívino, con sus cascadas buenísimas para masajes y sin un alma en la zona, perfecto por ahora, pero había un detalle, no se podía salir desde allí, al menos con el trike biplaza, carrito con tres ruedas que lleva a dos personas a cuesta. Rodamos por las cercanías y cruzando la troncal 10, justo al otro lado de esa carretera que atraviesa la Gran Sabana estaba una loma. Era hora de probar el lugar. Armamos los paramotores y Tomy alzó vuelo sobre la Sabana. Apenas despegó los pies de la tierra la veleta comenzó a indicar cuán cambiante pueden ser los vientos en el lugar. De una brisa casi nula , el viento comenzó a cambiar de dirección y a aumentar la intensidad a tal punto que René y yo que estabamos con el motor encendido listos para salir  fuimos arrastrados hacia atrás de una manera brutal. Clavamos los pies  fuertemente sobre la arenisca color naranja intentando no ser arrastrado loma abajo, mi pierna comenzó a dolerme y pensé que me había desgarrado el músculo , el dolor en el momento se tornó insoportable. Apreté los dientes y fingí un rato. Total, lo que más quería era volar. Sólo pensaba en cómo pasaría los siguientes días con ese dolor. Sí, ya se. Un tanto exagerada yo.!
Mientras tanto veíamos a Tomy sobre nosotros, literalmente estacionado en el aire, el ventarrón no lo dejaba avanzar. René y yo volvimos a intentarlo pero esta vez, con saldo negativo, otra corriente de aire hizo que el parapente plegara al intentar levantarlo y una línea o cuerdita de las muchas que lleva el  parapente se rompió al contacto  con la hélice  que giraba lista para trabajar. El sonido me hizo temblar, nada mas de pensar quedarnos varados sin poder volar después de todo el corre corre. En ese momento me dí cuenta de cuántas cosas podían pasar y  no salir tan bien como esperamos. Afortunadamente René la reparó, pero ya no había chance para volar. Frustración!
Para no desarmar el paramotor  decidimos llevarlo rodando toda la loma , cruzar la troncal nuevamente y despeñonarnos hasta el campamento en Sorowapé. Total, mañana a primera hora había que volver a subir para intentar el vuelo.
 Tomy armó las dos carpas, y René y yo hicimos uso del invento en la camioneta. Unos listones sobre  una base y ángulos de metal hecha en casa daban soporte al colchón y con las cobijas y edredones no había por qué extrañar el hogar. Cenamos rico, conversamos, miramos las estrellas y yo jugué a la fotógrafa mientras destellos de luz se veían sobre el Kukenán y el Roraima producto de una tormenta que por allí pasó.  Con semejante espectáculo dormimos felices, esperando el amanecer para surcar los cielos de la Sabana inmensa!





sábado, 11 de diciembre de 2010

Volando en la Gran Sabana



Hacía más de año y medio que René y yo teniamos entre ceja y ceja ir a algún lugar del Parque Nacional Canaima, que es más que la Laguna del mismo nombre. Nuestro propósito no tenía que ver con hacer un paseo como turistas, sino por el contrario remontar en paramotor algunos de los parajes de este mágico lugar y además invitar a volar a niñitos pemones de alguna de las comunidades que allí se encuentran.  En pocas palabras, hacer lo que hacemos con  la Fundación Expedición Eólica. Tuvimos una primera  idea: llegar  a La Paragua para entrar volando en tramos y en otros navegar en curiara. Algo ambicioso para ser nuestra primera intención. Después teníamos todo listo para ir a la Gran Sabana con unos amigos que organizan viajes pero nos frenó el tema de los permisos. Les cuento que está prohibido volar en el Parque Nacional  y la única manera de hacerlo es contando con la aprobación de las comunidades indígenas. Enviamos correos y cartas pero no obtuvimos respuestas. Cada vez era más lejano ese sueño y quedó allí, engavetado!
A mediados de octubre, y en esas tertulias post-vuelo volvimos a tocar el tema, esta vez con Igor de Autana Aventura, un grupo de gente super apasionada que hacen actividades de aventura en Roraima, Akopán, Kukenán y cuanto destino exista para tal fin. El punto es que con su viajadera al sur del estado Bolívar conocen a muchísima gente de las comunidades y así logramos hacer el puente con el Capitán de Parai Tepuy, el último asentamiento indígena antes de llegar a las faldas del Roraima. Ya estaba todo canalizado, sólo debíamos esperar que nos confirmaran la fecha para comenzar la aventura. La única sorpresa es que la aprobación llegó mucho antes de lo previsto y sólo una semana antes nos dijeron que el 14 de noviembre nos esperaban en la Gran Sabana. Todo fue tan rápido que no dió tiempo de nada. No había itinerario establecido y además corrimos con los donativos que teniamos previsto entregar. La idea era ir varios pilotos para hacer una fiesta en el aire con varios paramotores pero con tal proximidad no todos podían. De hecho nuestro acompañante Igor tenía compromisos con el Ultramaratón argentino, así que en su lugar vendría Tomy, el otro Director de Autana. 
Sólo contabamos con dos paramotores; un monoplaza con Tomy a bordo y el  biplaza "eólico 1"  de la Fundación, con René al mando y otro puesto; destinado a ratos para los invitados, y en otros para mí. La tarea más importante era coordinar todo lo relativo a los repuestos del paramotor. Había que llevar bobina, arranque, correa, tornillos y todo cuanto pudiera dañarse porque no había tiempo para improvisar en medio de la nada, y quedarse varado por problemas mecánicos no estaba dentro de las posibilidades. Así, el domingo 14 a mediodía arrancamos vía PuertoOrdaz, nuestra primera parada, donde nos esperaba la gente de Guía Guayana Revista Digital, quienes nos ayudaron a hacer posible que este corre corre se llevara a cabo. El viaje que estaba previsto durar siete horas se prolongó por más de diez, llegando cerca de las 11, para descansar y seguir el recorrido al día siguiente. Ya estabamos a medio camino de llegar al destino que nos habíamos puesto como meta hacía más de un año atrás y todavía nos parecía mentira que las ganas de surcar los cielos de esa tierra milenaria estuviese a punto de materializarse. Sólo quedaba dormir esa noche para seguir el rumbo que hasta ahora era incierto.
Como fueron varios los días que pasamos por allá vamos a dividir el cuento por etapas y hacerlo más digerible y para que tengan idea de lo que hicimos vean el intro del video.
Video Gran Sabana Y si quieren leer màs de la historia aquì Iniciando el recorrido.

domingo, 31 de octubre de 2010

Y así comenzó este cuento...!

A propósito de todos los trámites que hemos estado gestionando para el evento de los Reyes Magos Voladores en Barlovento con el que arrancaremos el 2011 a toda máquina, recordé hace un par de días, y a través de unas fotos tomadas con una camarita automática prestada, el primer vuelo en parapente con niños especiales que hicimos en Octubre del 2007, realizado justamente hace tres años.
René y yo empezamos a rememorar cómo fue que surgió toda esta idea. Pues bien, un buen día caminando por ahí nos tropezamos con un grupo de jóvenes especiales realizando una actividad escolar. Ya con la experiencia familiar que tengo y con la euforia de René por hacer algo distinto coincidimos en que podíamos y queriamos llevar "algo" a estas personas que tienen un potencial increíble. Fue así como empezamos a ver de qué manera podíamos ayudar y con lo que sabiamos hacer decidimos regalarle la magia del vuelo al aire libre.
René; Ingeniero Aeronáutico, profesor universitario y piloto de parapentes y paramotores se encargaría de lo relativo a los vuelos. Yo; Turistóloga, cuasi abogado y aprendiz de fotógrafa me encargaría de la logística, los contactos y la parte visual del proyecto. Así empezó un periplo para ubicar a través de qué institución podíamos materializar este sueño. Días enteros de reuniones, llamadas, portazos en la cara y hasta lo más insólito: “buenísimo, cobramos 600 a los papás y uds. se quedan con la mitad” fueron algunas de las cosas que nos encontramos. No fue fácil hacerle entender a muchas personas que nuestra intención era sólo demostrar lo seguro que es volar si lo haces con personas conocedoras y responsables, porque ante todo debíamos, y aún debemos, garantizar la seguridad.
Así fue que logramos a través de un amigo, Luis Chacoa, canalizar con la gente de Avepane lo que sería nuestro primer vuelo con niños y jóvenes especiales. Ya llegado el primer día de vuelo y después de poner todo el empeño por llevar a cabo este sueño nos encontramos en el Pueblo de El Jarillo en el estado Miranda. Era un miércoles 31 de Octubre del 2007 y a eso de las once de la mañana llegaron 2 autobuses con un  grupo bastante heterogéneo, desde niñitos de 7 años hasta adultos de casi setenta años y con condiciones que iban desde Síndrome de Down y parálisis cerebral,hasta  sordo-mudos y cuadraplegia por nombrar sólo algunas. El equipo de maestros ya tenía dispuesto el grupo que volaría y estaba claro que serían los más pequeños los que realizarían la actividad pero todos, absolutamente todos compartirían el día y terminarían la jornada con los regalos propios de la ocasión, dispuestos en su mayoría por la gente de la fábrica de parapentes de República Checa SKY Paragliders. Ya a la hora del almuerzo y con una buena comida preparada para agasajar a nuestros invitados comenzamos a calentar los motores, aderezándolo con unos videos alusivos a la actividad donde aparecían muchas telas multicolores volando  y la emoción ya se  empezaba a notar.
 Al mando de los vuelos estarían René Kreft, fundador de esta iniciativa y padre de este proyecto, acompañado en esta ocasión  de otro pilotazo, Frank Tovar, venido del Team Acrozona Guatire. Y así empezó lo que sería el inicio de la fiesta en el aire. Mientras los chiquitos surcaban los cielos, nosotros todavía estábamos sin saber lo que nos esperaba.
Uno a uno fueron haciendo lo propio, disfrutando del viento en la cara, de los pies suspendidos en el aire  y cambiando una parte de su vida para siempre al romper límites, que después entendimos por la explicación de sus maestros  de que se trató para muchos de ellos. Cambiarles la vida en instantes y con algo que a nuestros ojos era muy simple.  La mejor anécdota fue aquella de un muchachito  como de nueve años que voló con René y que apenas salió se mareó. El cuento es que aterrizaron a unos pocos metros  más abajo de la ladera, y ya camino al lugar de despegue  - que estaría a 50 metros cuesta arriba- René le dice que la versión oficial , - y la que encubriría su temor- era decirles que el piloto (René) necesitaba ir al baño y por eso aterrizaron. Ensayaron la versión mientras subían una pequeña loma de esa ladera y ya todos corriendo hacia el amiguito preguntaron “Qué pasó, por que llegaron tan rápido? A lo que él respondió muy convencido. “Yo tenía miedo y me maree, pero él,- señalando a René - tenía que ir al baño”… En ese momento entendimos la pureza que hay en estas personitas, para quienes todo es transparente y no tienen nada que ocultar. Sonreímos ante el cuento y seguimos la fiesta.
La tarde transcurría con un viento perfecto para que todos los que estaban previstos pudieran despegar los pies del suelo y sintieran por primera vez en sus vidas la sensación de libertad que da el poder estar arriba, suspendidos en el aire.! Así pasaron las horas y ya todos bien plantaditos en el piso, de vuelta, comenzamos con la tanda de regalos. Por supuesto no podía faltar el certificado de su primer vuelo en parapente, además de franelas, videos ,afiches y freesbees cortesía de quienes apostaron y creyeron en este proyecto desde el principio.
Algo similar vivimos una semana después con los niños, esta vez todos en edad escolar de la Escuela Especial "Gustavo Sánchez Romero" de la California en Caracas. Apoyados esta vez por Glendys Pinto, quien también fungía de Subdirectora de Avepane para la época. Ya no había adolescentes ni mucho menos adultos, sólo pequeñines a quienes ofreceríamos la misma posibilidad. Igualmente terminaron contentos y eufóricos, donde el mejor cuento fue el de una niña a la que su papá no le había dado el respectivo permiso para volar, pero nunca se despegó de los pilotos y correteaba detrás de ellos cada vez que aterrizaban por lo que cuatro maestras se vieron obligadas a tramitar el permiso vía teléfonica o su hija no iba a poder dormir. Así y después de convencer al papá esta chiquita de sólo seis años aterrizó con la sonrisa más grande que jamás haya visto y en un gesto de agradecimiento, sin mediar palabras fue hacia los dos pilotos estampando un beso en cada mejilla. Mientras, yo sólo podía imaginar con certeza que esa sensación la acompañaría, al igual que el resto de pequeños copilotos, para siempre.
Ya después de la algarabía del momento y haciendo un balance de todo lo que vivimos decidimos que esto que empezó como la idea da hacer una actividad, debía convertirse en una manera de compartir lo que hasta ahora veníamos haciendo. Así René decidió que él quería compartir su experiencia de vuelo con aquellos a quienes se les hacía difícil porque la vida les había negado la posibilidad. Yo lo apoyé y aplaudí, tanto, que decidimos crear una manera de darle forma a esas ganar de compartir el cielo, y que fue lo que nos impulsó a crear la Fundación  Expedición Eólica. Ahora estamos redescubriendo nuestro país e invitando a  niños y jóvenes de toda nuestra geografía nacional a tener la posibilidad de vivir una nueva aventura, que como a estos muchachos que nos acompañaron hace ya tres años, seguramente les cambiará la vida. Aún falta camino por recorrer, pero de lo que estamos seguros es que esa tarde de Octubre en el pueblo de El Jarillo fueron muchas vidas las que cambiaron. Y mientras tanto nosotros aprendimos que todos tenemos sueños y todos podemos volar...!

viernes, 15 de octubre de 2010

Y que la luna plateada...


Hace unos pocos días tuve la oportunidad, como casi todos los años, de celebrar año más de vida de la niña más vieja del mundo. Sí, mi sobrina Alejandra, la sobrina favorita.Y cuando digo la niña más vieja  me refiero al hecho de tooodas las veces que le hemos cantado cumpleaños, siendo el ucumple de algún familiar o en un día cualquiera por el mero placer de escuchar su canción favorita.
Les cuento que vengo de una familia numerosísima, donde sólo por parte de mamá tengo 8 tíos y cada uno de ellos al menos tres hijos lo que hace un berenjenal de primos, y si a eso le sumamos que mi mamá tiene 8 hijos, todos en Caracas, y fanáticos de celebrar sus cumpleaños en casa de mi mami (sobre todo para no ensuciarles su casa) se imaginarán cuantas tortas ha visto desfilar mi sobrina.

Lo que para ella es muy normal es escuchar “ y que la luna plateada Brille su luz para ti….”, pero ahora a su mamá le dió por organizarle una fiesta con la famosa Dora, sí, la exploradora cabezona y bilingüe. Ya un mes antes se hacía monótono hablar con Alejandra aunque fuese por teléfono porque no dejaba de contar sobre su fiesta de Dora, y ya llegado el día era la estrella y el centro de atención. Ese sábado después de un trasnocho forzado y sin ganas de manejar salí con mi mamá y mi única hermana a La tertulia que comenzó con una piscinada, alternada por juegos que un grupo de recreadores animaban fervientemente a esos enanos.
Les confieso que muy emocionada me acerqué lo más que pude a la piscina para capturar a Ale mientras hacía de sirena, cuando salió uno de estos niñitos y zuas! Acabó con mi encanto de corte y secado #CDLM… pero a quién se le ocurre secarse el pelo para ir a una fiesta infantil con mounstricos con pies y cerca del agua Ah?
Entre perros calientes y dulces transcurría la cosa hasta que le tocó cambiar el traje de baño por vestido  para ir al clásico “dale dale, dale a la piñata..” con la niña, insisto con la cabeza más grande que he visto) y ya caramelos regados por todas partes y cotillones entregados llegó el momento, al mejor estilo de Maite Delgado en el Miss Venezuela de oootro cambio de ropa, no digo yo, que no es consentida la muchachita esa.

Ya aquí vino el momento más emocionante para ella, y obviamente para mí, la presentación de los muñequitos (o muñecotes ) de las series de Backyardigang, seguidos por Lazy Town y cerrando  con Dora, que a mi parecer era Doro debajo de ese traje. No se si es el amor que siento por Ale pero daba gusto verla bailar cual estrella de Las Vegas entre los personajes, de un lado a otro con luces de colores, humo y algarabía. Quién lo diría tan chiquita y se jura estrella.
Ya para cerrar con broche de oro vino la canción favorita, hay que ver que es medio loco tener como canción preferida el cumpleaños feliz, pero imagino que ella lo asocia con regalos y así hasta yo me pego en esa onda.
Ya terminada la fiesta y después de tanto alboroto, llegó el momento de ir a abrir los regalos, pero que va, eso tuvo que esperar porque ella prefirió irse a dormir con su abuela Luna (mi mamá) al punto que no hubo manera de hacerla entender que habían regalos por destapar. Ella prefirió irse con la abuela Luna, a la que adora y tenía un par de semanas sin ver y postergar así  para el domingo  el momento de romper papeles y abrir regalos.
 Me encantó verla despertar pero me asombró escuchar las primeras palabras del día “ Otra más fiesta de Dora” haciendo alusión a que quería repetir su fiesta. No quiere nada la niña.! 
Que por qué viene a colación el cumple de Ale en este blog? 1. Por razones más que obvias y que ya he explicado hasta el cansancio, es mi sobrina favorita y yo su tía favorita 2. Porque ella fue una inspiración para crear la Fundación Expedición Eólica , de la que voy a comenzar a echar el cuento con detalles en varios capítulos y de cómo hemos logrado integrar a niños y jóvenes a vivir experiencias que han sido vitales para su desarrollo como seres integrales, que merecen y se ganan a pulso un lugar en la sociedad.3. Porque el amor se manifista en cualquiera de sus formas, así sea escribiendo un simple relato de cumpleaños cuando quieres de más a alguien que sólo regala felicidad a tu vida ( en este caso a mi vida).

Y que la luna plateada...


Hace unos pocos días tuve la oportunidad, como casi todos los años, de celebrar  un año más de vida de la niña más vieja del mundo. Sí, mi sobrina Alejandra, la sobrina favorita.Y cuando digo la niña más vieja me refiero a las 574 veces que le hemos cantado cumpleaños, bien en el cumple de algún familiar o en un día cualquiera por el mero placer de escuchar su canción favorita.
Les cuento que vengo de una familia numerosísima, donde sólo por parte de mamá tengo 8 tíos y cada uno de ellos al menos tres hijos,menos mi tía Mary que tiene dos pero valen por cuatro, lo que hace un berenjenal de primos, y si a eso le sumamos que mi mamá tiene 8 hijitos mas nietos y bisnietos, todos en Caracas, y fanáticos de celebrar sus cumpleaños en casa de mi mami (sobre todo por el hecho de no ensuciarles sus  respectivas casas) se imaginarán cuántas tortas ha visto desfilar mi sobrina.

Lo que para ella es usual es el sonido melódico  “ y que la luna plateada Brille su luz para ti….”, pero ahora su mamá, en un acto de complacencia absoluta le organizó la tan esperada fiesta de Dora, sí, la exploradora cabezona y bilingüe de las comiquitas. Ya un mes antes se hacía monótono hablar con Alejandra aunque fuese por teléfono porque no dejaba de contar sobre su fiesta de Dora, caramelos, piñata, juguetes y torta era lo único que había en la conversa. Así que llegado el día era momento de celebrar. Ella sería  la estrella y el centro de atención. Ese sábado después de un trasnocho forzado y sin ganas de manejar salí con mi mamá y mi única hermana de verdad a Valencia donde era la pachanga que comenzó con una piscinada, alternada con juegos que hacían un grupo de recreadores que animaron fervientemente a esos enanos y a los más grandes también.
Les confieso que muy emocionada y orgullosa me acerqué lo más que pude a la piscina para capturar a Ale mientras hacía de sirena, aprovechando la poca luz que quedaba ya que mi cámara sin flash no es nada, cuando salió uno de estos niñitos y zuas! Acabó con mi encanto de corte y secado recién estrenado  #CDLM… pero a quién se le ocurre secarse el pelo para ir a una fiesta infantil con criaturas sin control saltando cerca del agua Ah?.
Ya pasado el remojón de la cámara y de mi pelo entré en calor con un perro caliente y un par de brownies mientras transcurría la rumba  hasta que le tocó cambiar el traje de baño por vestido, digamos que casual ,  para ir al clásico “dale dale, dale a la piñata..” con Dora, (insisto, la niña con la cabeza más grande que he visto) y ya caramelos regados por todas partes y cotillones entregados llegó el momento, al mejor estilo de Maite Delgado en el Miss Venezuela de oootro cambio de ropa, esta vez el traje de gala. No digo yo, que no es consentida la muchachita esa.!

Ya aquí vino el momento más emocionante para ella, y  por qué no, para mí también, la presentación y baile de los muñequitos (o muñecotes ) de las series de Backyardigans, seguidos por Lazy Town y cerrando  con Dora, que a mi parecer era Doro debajo de ese traje. No se si es tanto amor que siento por Ale pero daba gusto verla  mover la cintura y cantar  cual princesa de Disney entre  todos los personajes, de un lado a otro con luces de colores , humo y algarabía. Ha valido la pena las clases de danza a las que su papá orgulloso la lleva religiosamente. Quién lo diría tan chiquita y ya se jura estrella.
Ya para cerrar con broche de oro vino la canción favorita, hay que ver que es medio loco tener como canción preferida el "cumpleaños feliz," pero imagino que ella lo asocia con regalitos y siendo así  hasta yo me pego en esa onda.
Ya terminada la fiesta y después de tanto alboroto, llegó el momento de ir a abrir los regalos, pero que va, eso tuvo que esperar porque ella prefirió irse a jugar hasta bien tarde en la noche con los primos y después a dormir abrazada con su abuela "Luna" (ya les dije que las abuelas, según Ale, se llaman como los canes que tienen?) a quien tenía semanas que no veía pero a quien adora, quedando así postergado para el domingo  el momento de romper papeles y abrir regalos.
 Me encantó verla despertarse pero me asombró escuchar las primeras palabras del día “ Otra más fiesta de Dora”  mientras sonreía, haciendo alusión a que quería repetir el bochinche. " Eso es con tu mamá" le dije con los ojos pelados, para aclarar el panorama.
Que por qué viene a colación el cumple de Ale en este blog? 1.- Por razones más que obvias, sobrina predilecta de quien escribe :-) y 2.- Porque ella fue una inspiración y motivación para crear la Fundación Expedición Eólica de la que  he contado con anterioridad y voy a seguir echando los cuentos y las aventuras en próximos relatos.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Narices, Zapatos y Colores en el Cielo.!


Este fin de semana, y después de lo que comenzó como un intercambio de correos para conocer qué hace cada organización, La Fundación Expedición Eólica salió a compartir el Cielo con Doctor Yaso. Les explico; Doctor Yaso es una asociación o colectivo de gente que voluntariamente y previo entrenamiento, van de hospital en hospital regalando sonrisas a niñitos, a veces con muy pocas expectativas, que están en esos lugares. Una labor por demás admirada por nosotros hacia estas personas que dan cada fin de semana un pedazo de su corazón y regalan sonrisas que alivian y curan.
Como a René y a mí también se nos mueve la fibra con este tipo de iniciativas quisimos invitarlos a que conocieran cómo vuela un paramotor y de esa manera empezar a abrir puertas que nos permitan llegar a algunos de los niños que cada fin de semana son visitados por esos amigos que no paran de alegrarnos. Acordamos que el sábado, después de su jornada nos veríamos en Tanaguarenas. El día anterior hubo tormenta en Caracas y en el Litoral Central por lo que los pronósticos no eran nada alentadores, pero igual nos fuimos con algo de lluvia en Caracas montados en la Super Cleta (nuestra Mitsubishi panel oficial gracias a unos patrocinantes ) al lugar previsto.

Primera parada: Restaurant Los Tres Reyes, ubicado en la costa, donde estaba nuestro contacto con los payasos de hospital,  Franklin Romero , con seis acompañantes. Todo bien, volamos con los más livianos; pensamos. Nos vemos en el sitio de despegue; decimos y nos vamos.
René y yo nos adelantamos para armar a Eólico 1, cuando de repente llega otro carro con personas con batas blancas y zapatos gigantes "Es aquí la cosa?" "como llegamos primero, volamos primero" eran 5 personas más. Qué bien..! Es un grupo de 12 personas, pienso para mis adentros. De pronto  llega otro carro… y otro y otro y comienzan a bajarse narices, zapatos gigantes, pelucas coloridas, corbatines, lazos y más... Ya perdí la cuenta, le digo a René todavía con cara de asombro.
En total serían como 40 (sí, se lee cuarenta) que llegaron al lugar y teníamos previsto volar con 5. La cosa además está difícil porque el viento está cruzado, hay que despegar al revés y la tormenta que está en caracas podría llegar aquí. Decidimos que es hora de empezar y sale Daniela, la más chiquita y liviana. Se acomoda el casco sobre su pequeña cabeza, revisa que la nariz esté perfectamente colocada y estira su bata blanca que luce con inmenso orgullo sobre su traje y medias multicolor. Hora de sentarse, amarrarla a los tres puntos de seguridad en la silla, se enciende el motor con René a cargo y listo, a volaaar. El resto del grupo que estaba detrás por medidas de seguridad apenas ve el paramotor alzar vuelo revienta en alegría, aplausos y silbidos. "Viste chaaamo, el aparato puede volar" se escucha entre de los presentes. Mientras, Daniela disfruta el cielo y a mí me toca la parte más complicada, tooodos quieren volar y Por Dios que ellos creían que todos iban a poder hacerlo. Les explico que las condiciones no están dadas, además de tener limitaciones con el peso pero ellos como buenos payasos comienzan a bromear, alegando que nada es como parece, "Mira, el gigantón que ves allá, es puro bulto, pero pesa 55 kilos, de verdad verdaita.!"  Dicen mientras todos ríen a carcajadas

Es el turno de Nathaly (mi tocaya) y quien está en menos de 50 kilos, con risa un poco nerviosa arregla su atuendo, mira a la cámara, saluda entrecortada y... Al aire se fue. Mientras tanto el resto mencionaba una lista imaginaria de cómo habían dispuesto los siguientes vuelos. El viento muere por completo y la veleta besa el piso, mal indicativo para quien vuela. No hay mucho por hacer, salvo echarse un baño de playa

Ya pasada la algarabía todos coincidimos en que es una terapia que queremos regalarle a esos niños, que a veces ven todo en blanco y negro. Algunos de los que allí están trabajan en Oncológicos y quieren canalizar para darle oportunidad a niños con Cáncer, otros a niños que no pueden caminar y así cada quien aporta lo que quieren hacer para que esta iniciativa se materialice. Excelente pronóstico para lo que queremos hacer, pintarle la vida con un poco de color a los chiquitos.Creo que ese día entendí  porque todos estaban tan emocionados por estar arriba, en el cielo, y es que la única manera de hacer esa hermosa labor que hacen es estando conectados con ese niño que todos llevamos por dentro y ellos demostraron que ese niño interno es inmensamente grande para poder  dibujar una sonrisa y pintarle la vida de alegría a los que están a su paso. Bravo por eso muchachos.! 
Sí quieren ver el video, este es el lugar 
 http://www.youtube.com/watch?v=gRhWOKODbvY

domingo, 19 de septiembre de 2010

Traspié de un día de Vuelo!

Volar en un paramotor involucra muuuchas cosas. En nuestro caso, desde la concepción de construir en el garaje de la casa (y si no que lo diga mi suegra) toda la estructura que soporta al motor y a los pasajeros cuando surcamos los cielos, hasta los inventos para modificar el carro y poder transportar a "Eólico 1", nombre del primero (aunque con tres modificaciones) hecho en casa y también en Venezuela.
El otro punto con el que se debe contar es con la manera de transportar a este artefacto volador, que ha pasado por varios procesos, desde remolcarlo en mi y en su carro con un trailer, también hecho en casa, hasta modificarlo y hacerlo casi desarmable, lo que simplifica un poco la vida de René. Si bien es cierto que todo este proceso lo torna un poco más complejo y engorroso, tampoco es menos cierto que bien vale la pena , porque la autonomía del paramotor en el aire no se compara con la actividad térmica que se necesita en un parapente.
Ya tras la llegada de unos familiares de René venidos de Alemania, entre ellos un adolescente, decidimos llevarlos a volar con la certeza de que es algo original que mostrarle de Venezuela. Dicho esto lo demás fue planear la hora de encuentro en la Laguna de Tacarigua con la familia. Después de hacer una parada en el Taller de Sensibilización Turística con la comunidad que organizó la gente de Inparques y Cantv arrancamos a la playa para encontrarnos con los foráneos y probar un lebranche asado con ensalada y tostones antes de iniciar la jornada de vuelo. Todo perfecto; tarde con sol y viento del norte, comida sabrosa, y paseo en bote por la laguna mientras nos daban el permiso para sobrevolar . A pesar de haber poca fauna por la época de lluvia en la zona el paseo valió la pena aunque ya empezaba a meterse una nube que no ayudaba para quien aspira hacer una foto decente.
En fin, ya de regreso y con el tiempo contado empezamos a montar todo para que René saliera a volar con Paul, el Alemán (que nada tiene que ver con el pulpo). Apenas se prendió el motor y con escasos dos minutos de diferencia ya estábamos rodeados de nuestros guardianes, un grupo de niños que siempre nos acompañan en las jornadas de vuelo y que ya se asignaron tareas como “yo llevo la cámara” “la linterna es mìa” “quién tiene la otra rueda chamo?”. Ya casi listos comienza un ruido medio raro, bastante raro para nosotros que ya estamos acostumbrados al ruido del motor cuando uno de estos pequeñines nos dice "mira, esto no està flojo?” "Claaro que està flojo", dice Renè, con cara de burro amarrado. Lo que sonaba, en efecto eran unos tornillos que van dentro de algún componente que él como ingeniero conoce a la perfección y que sirven para sujetar el motor al punto equis que ni idea de cómo se llama. Ese desperfecto no implica ningún problema en vuelo, de hecho se puede volar asì, pero si da problemas cuando se arranca y como todo lo mecànico, no se puede forzar una pieza para que no se dañen las otras. Plan frustrado, y el Alemàn sin entender todavía que pasaba andaba sonriendo… Amiguito, no hay vuelo.! 
Enseguida, llamadas a la gente de paramotores a ver quién tiene tornillos, ya es viernes en la noche y para malísima suerte el sábado es día de fiesta nacional y no hay tornillerías abiertas. Sábado de carrera buscando alternativas porque el domingo hay pasajeros para conocer el cielo. Pasa el día y después de revisar tres modelos iguales de motores llega el momento de nefasta conclusión; ninguno de los 6 tornillos de cada uno de los Simonini, marca de motor que tenemos en común , cede para reemplazar los tornillos de Eólico 1. Están tan bien pegados los dichosos tornillitos que las llaves comienzan a torcerse. Decisión: no forzar el asunto o se dañan . Domingo de frustración, pasajeros sin volar y esperar hasta el lunes para conseguir los fulanos 6 tornillos. Lunes en la mañana: ferretería, 6 tornillos que reemplazan a los antiguos partidos y una factura de BsF 15,00 (lo que equivale a 2 dolares)  que pararon toda la operación de un fin de semana.
En fin, así podemos resumir esta travesia como Cosas que pasan!!!


martes, 14 de septiembre de 2010

Amanecer en Tacarigua


Hace unos días René y yo estuvimos, como casi todos los fines de semana, en la Laguna de Tacarigua, sitio que se ha convertido en casi habitual por el hecho de basar casi todas las operaciones de nuestro paramotor en ese lugar. Pero, y lo poco usual fue quedarnos a dormir allá, porque al contrario de lo que muchos pueden pensar no solemos quedarnos a dormir fuera de casa. En principio porque a René se le hace un poco incómodo,casi que rayando en necedad el tema de dormir fuera de sus sábanas perfectamente alineadas, con las cobijas colocadas sobre su cuerpo dándole el perfecto balance con el peso y no podía faltar la almohada de plumas recortada a su gusto. Del otro lado quien aquí escribe que tampoco es que sea muy entregada a dormir lejos de mi arsenal de almohadas (que son entre 5 y 7 según el caso), pero sin duda mucho más guerrera en cuanto a eso se trata.

Lo cierto es que, después de pasar la tarde volando sobre las costas de barlovento, avistando esa inmensa barrera de arena y manglares y estar jugando con los chamos de la zona que siempre nos acompañan y nos ayudan, decidimos, aupados por estos pequeños, y con la amabilidad de Doña Yela y el Sr. Rey quienes nos ofrecieron la casa para alquiler que allí tienen quedarnos a dormir en Tacarigua. Bastó sólo decirlo para inventar qué hacer en la noche. Ya con las cosas dispuestas (léase almohadas, sábanas y demás que no faltan en la cleta por siaca) fuimos invitados a pescar. Cuando escuché la explicación entendí por qué a muchos pescadores les falta algún diente, y es que no es fácil meterse la atarraya en la boca, pisarla con los dientes y soltarla simultáneamente con el vaiven de la red. Obvio que fracasé en el intento pero valió la pena ya que mi otra frustración de la noche es que era luna nueva y no podía hacer fotos nocturnas.Así fue como  después de pescar, bañarnos en el mar y echar cuentos terminamos caiyendo en la cama a eso de las 2am y confieso que me costó un mundo poder conciliar el sueño de tan sólo imaginar que aquella cosa que se movía cerca de la puerta pudiese ser una cucaracha, así que  le tocó a René revisar para morir de la penaal ver que era un cangrejito chiquitiiico el que me había robado el sueño por un rato.

Ya a las 530 de la mañana y antes de que sonara el teléfono despertador estaba con los ojos abiertos para salir a tomar fotos al amanecer.El sol que debió asomarse por el horizonte no se dejó ver hasta un rato después por una nube bajísima que lo tapaba, y yo en pijama y despeinada estuve frente al mar para ir  luego a la boca de la laguna a hacer fotos de cuanta ave o especie se paseara por allí. Ya eran casi las 8 am y mi aspecto, nada agraciado entre la pijama y el greñero se dejaba apreciar por la manera de mirar de la gente que comenzaba a llegar, aunado al sueño que ya se apoderaba de mí . Con esas buenas excusas decidí ir a la cama un rato, para a eso de las 10 volver a incorporarme a la rutina... empanadas de cazón con mojito o guasacaca, traje de baño, bloqueador y esperar condiciones para ver a la laguna como siempre... desde arriba.!

martes, 13 de julio de 2010

Hay amores de amores

El domingo pasado, después de algunos embarques para ir a volar y con toda esa fiebre por el juego de la Final de la copa del mundo, por la que no tenía ya ningún interés, vino a visitarme mi sobrina adorada y consentida.
Después de jugar un rato con cojines y ayudarme a cocinar, y sobretodo a comer,  fuimos a ver el juego en casa de mis suegros. Claro está, al rato ya Ale estaba aburrida y quería irse a casa de su abuela Luna (cada abuela tiene el nombre del can que vive en su casa), por lo que no vimos los últimos (y decisivos ) 5 minutos.
La cosa es que a pocos metros de mi casa nos paramos a ver unas florecitas y a Ale le dió por posar, mientras cantaba una canción que salía de su cabeza mientras improvisaba cada animal que venía a su memoria. Yo, que siempre estoy esperando que pose para mi cámara gocé mucho porque tenía para hacer fotos a la princesa .
Allí estaba la personita que mas quiero en este mundo haciéndome la tarde inmensamente feliz mientras cantaba y los vecinos casi nos botaban del lugar.
Para ver algunas de sus fotos entra aquí
.http://www.flickr.com/photos/nathalyrizo/sets/72157624486663266/

El Color de las Flores

sábado, 15 de mayo de 2010

Mi Inspiración


A propósito del post que recién escribí y donde hago mención del concurso Paso a Paso, estoy en deuda con varios para hablarles de alguien que desde que nació ha sido , es y será motivo de inspiración para mi familia, pero en este ocasión voy a hablar de mi caso particular.
Alejandra, como muchos ya saben, es mi sobrina preferida, y en parte esa preferencia obedece a que mis otras sobrinas son mujeres o mujercitas, hechas y derechas, con vida propia y algunas con hijos, lo que las hace descartables a tanta consentidera de mi parte, y los varones son adolescentes casi insoportables. Por ende, y al ser la más chiquita, Ale viene a ser por una parte merecedora de todo lo que una tía enamorada de su sobrina puede sentir, pero por otra parte porque ella ha venido a enseñar algunas cosas que no conocía. Esa pequeñita (casi de mi tamaño) , es una niña que vino a este mundo con una condición especial, que algunos llaman Síndrome de Down, otros Cromosoma 21, pero que tiene un significado mucho más profundo que la definición meramente genética que se le atribuye. Yo no se cómo llamarlo, pero los que tienen algún familiar o allegado con esta condición saben de lo que les hablo. A veces, conversando con mi novio, y estando en familia, todos coincidimos en que son personas superiores en muchos aspectos, porque al no estar pendientes de cosas diáfanas y triviales les aflora una percepción de todo lo que les rodea, son más sensibles a las cosas, que los que nos hacemos llamar "normales" obviamos desde cualquier punto de vista y pasamos por debajo de la mesa. Con ella he aprendido a percibir mejor todo lo que está en mi entorno, a reir más, a dejar de sentir miedo por hacer el ridiculo, que no es más una simple valoración de la sociedad a lo que es o no aceptado. he aprendido a ver más allá de los ojos y a sentir más allá del propio tacto, a escuchar lo que está después del ruido mundano y a oir hasta el silencio. a sentir que cualquier cosa por pequeña que sea vale la pena experimientarla... en fin, en ella puedo conseguir toda la inspiración  que necesito para cambiar mis rabias por alegrías y aunque suene super cursi, cosa de la que carezco por completo, que una mirada y una sonrisa pueden cambiarme cualquier sentimiento por felicidad absoluta.

Entre Concursos me vea

Si hay algo que me caracteriza es que nunca me ha gustado competir. Me considero realmente floja para ponerme de tú a tú con otros a ver quien gana algo. Claro, hay ocasiones en que la vida te pone en situaciones de competencia, y ni modo, hay que correr y también encaramanse.
El título de esta nota viene a propósito de una serie de concursos en los que me he visto expuesta recientemente; entre ellos el Rally Accionarte de la UCV, que como ya expliqué fue un reto conmigo misma, porque me cuesta por motivación personalísima  realizar una tarea como estas y para mí fue mi primer reto personal en cuanto a fotografía se refiere.
Después de esto y motivado a lo que hago como actividad habitual me entusiasmé a mandar unas foticos al Festival de Fotos y Videos de Aventura ASCENSO, lo que para mi fue una gratísisima sorpresa porque la foto que encabeza este post quedó escogida entre las finalistas para el renglón de Fotos de AIRE, y digo sorpresa, porque este Festival tiene ya varios años congregando a la gente que vive de esto y hace vida dentro de la aventura y el deporte extremo, y como si fuera poco mandan unas fotos brutales a este tipo de eventos. Pero así son las cosas. Heme aquí pues, ya lista para la Exposición que arranca el 28 de Mayo en el Millenium Mall.

Ahora estoy haciendo mi mayor reto y es participar en el Concurso de "Paso a Paso" una institución que hace una tremenda labor con las personas con discapacidad y aquí también estaré con tres fotografías de la mujercita mas hermosa del planeta tierra y áreas adyacentes y circunvecinas, nada mas y nada menos que mi sobrina Alejandra. La personita que más me inspira en esta vida. Y vale acotar que a pesar de tener cientos de miles de millones de fotos de mi sobrina preferida, no conseguí las fotos que buscaba, porque como gente medio irresponsable perdí unos cd´s con fotos de una compu que murió y con ella las foticos guardadas allí, asi que allí vamos, con unas que conseguí en el camino de esta máquina.

lunes, 3 de mayo de 2010

Rally Fotográfico en la UCV




Hace ya poco más de un mes me llegó una invitación, oootra vez por facebook, para participar en un Rally fotográfico que consistía en hacer 11 fotos de lugares específicos dentro de la Universidad Central de Venezuela. El único requisito era pertenecer a esta casa de estudios en calidad de estudiante, profesor, empleado , obrero  u otra cualquiera (excepto quema caucho o rectorado).
Pues bien, después de casi un mes viendo la convocatoria y ya para el fin de semana santa que estuve en Caracas, aprovechando que no teniamos vuelo en parapente los dos últimos días, agarré mi cámara y fui rauda y veloz a hacer fotos.

Debo confesar, y perdón para aquellos que ofendo con mi comentario, que la UCV no termina de gustarme del todo, el estilo de Villanueva que bastante respeto merece no termina de aparecer entre mis gustos más admirados, pero más allá de eso está el tema del descuido reinante en cada pasillo, edificio, espacio abierto y demás zonas adyacentes, y ni hablar del tema de la seguridad, que para los que allí pasamos parte del tiempo (aunque sea muy poco como es mi caso) nos da terror caminar por sus pasillos ya entrada la noche.
Volviendo al tema que me trae a este título, lo cierto fue que esta convocatoria me ayudó, a finalizar una tarea, ya que debo confesar que me cuesta mucho hacer este tipo de actividades, por motivación propia.
Lo cierto es que para mi ya era ganancia haber hecho las 11 fotos y entregarlas ese domingo (porque terminé el último día del concurso).
El resultado fue entregado casi tres semanas después, y mi foto de la facultad de ingeniería va a esa exposición, lo cual es un plus, porque como ya dije, para mi la ganancia era haberme propuesto pasear por la universidad, hacer un montón de fotos, y sentir que había terminado la tarea que hacia un mes no había empezado.
Aquí pueden ver las fotos que fueron al Rally  http://www.flickr.com/photos/nathalyrizo/sets/72157623789396480/show/

martes, 20 de abril de 2010

Mi Primer Fotoescape



Ayer, por primera vez tuve la oportunidad de hacer lo que desde hace mucho tiempo me moría de ganas por hacer. Ir con un grupo de gente a tomar y tomar fotos.
Debo confesar que me daba un poquito de cosa la idea, era como el primer día de clases, o el día que comienzas a trabajar en un lugar desconocido, nunca sabes cómo es la gente con la que te va a tocar hacerlo, pero lo bueno, y que a fin de cuentas terminó animándome fue el hecho que todos tenemos la misma motivación y la misma pasión. La Fotografía.
Este evento se dió por lo que ahora es muy común, una convocatoria a través de facebook, de la mano de Elezar Briceño, mejor conocido como "CAPS" o Cápsula. un excelentísimo fotógrafo y mejor creativo. Lo conocí virtualmente por medio de un .... ah! no se cómo llamarlo, evento? serie de eventos? ok, una convocatoria a una especie de concurso donde todos ganaban y que se dió durante todo el 2009 que consistía en realizar una y sólo una foto a la semana, durante 52 semanas y media, es decir las semanas que tuvo ese año. De hecho ese era el nombre del PROYECTO (Ahora si tengo el nombre) 52 semanas y 1/2.
Retomando el cuento, la cosa es que por allí conocí a Eleazar, (disculpen, todavía no estoy acostumbrada  a llamarlo Caps porque me suena a ex-presidente)  y él, como todos los flickeros que van a este  tipo de encuentros, siempre andan inventando excusas para hacer este tipo de paseos, rallys, visitas o cualquier cosa que a alguno se le ocurra proponer, eso sí, sin perder el norte y con cámara en mano.

Entonces, y después de decidirme, el domingo 18 de Abril cerca de las 7:30 de la mañana estaba llegando al punto de encuentro con casi 20 desconocidos rumbo al litoral Central a hacer mi primer FOTOESCAPE PA´LA GUAIRA..
Lo primero fue decidir cómo nos dividiríamos. Yo estaba clara donde iba porque andaba en mi carro y mi acompañanate del día fue Danny, quien tuvo que soportarme por todo el tiempo que duró el trayecto rodando, ya que los amigos de lo ajeno me dejaron sin reproductor y me tocó hablar y hablar. La primera parada la hicimos en la playita donde comienza  la recta de El Tigrillo, antes de llegar a Naiguatá y allí comenzó el desfile de cámaras, debo confesar, unas más arrechas que otras. Allí estuvimos como media hora y yo, como cosa rara estaba metida por un montecito buscando animalitos ( y lo conseguí) hasta que fueron a buscarme porque ya todos estaban montaditos en los carros menos yo, y por supuesto mi acompañante, que esperaba por mí para seguir el trayecto.

Ahora nos tocó ir sin rumbo conocido, hasta que paramos después de Anare, en un lugar donde abundan las piedras dentro del mar y alguna vez hubo un restaurant o algo así. Bonito, como todo lugar medio virgen en el litoral. Esa fue la locación perfecta para que Caps hiciera una foto al mejor estilo de la película " Little Miss Sunshine" con todo el grupete y la combita, o sea, la Volkswagen protagonista de la historia, venida desde Maracay con su conductor estrella Antonio y su esposa Blanca. Estuvimos otro buen rato allí aprovechando el solazo que pegaba.
Decidimos emprender el retorno y ahora le tocó el turno a Naiguatá, que fue un brevísimo paso por el pueblo, porque estaba atestado de gente, realmente incaminable, así que nos desviamos por otra callecita, bajamos otra vez a los carros y huimos hacia Macuto.
Hacía cientos de miles de millones de años que nos pasaba por el Boulevard de Macuto y eso que viví en Macuto en mi época de Universidad, pero ni aún en esa época llegué a pisar ese largo paseo peatonal. Confieso que me pareció muy pintoresco, con estructuras de hoteles viejos, viejísimos algunos, y la gente vendiendo de todo en cualquier parte; salvavidas, sombreros, globos, cotufas, helados, y que se yo que más. Allí caminamos por todo el trayecto con la cámara guindada al cuello pero como andabamos en cambote no había mucho rollo. Llegamos al malecón, que a mi parecer es uno de los lugares más dantescos que he visitado. La verdad esa parte no la disfruté mucho, además que ya las nubes se habían apoderado del cielo azul que nos acompañó temprano, también estaba el hecho patético que  si se te ocurría pararte sobre el malecón podrías morir con el olor que salía de las piedras. Había basura entre piedra y piedra como para rellenar a la bonanza completamente,  y por si eso fuera poco, estaba el olor que deja el uso del baño de aquellos que no tienen escrúpulos y hacen sus necesidades sólidas en ese lugar.

Por un momento sentí pena ajena por la gente que viene de otros lugares y se da cuenta del poco nivel de cultura,de educación y de sentido común que tenemos, pero era momento de pasar la página y seguir.
En efecto, ya las nubes habían echado a perder el día porque era una bruma asquerosa que no dejaba hacer nada y las breves y espaciadas gotas anunciaban lo que venía. Caminamos rápido a los carros e intentamos seguir hacia el Fortin y la Zona Colonial, pero nos tocó despedirnos de algunos en los carros en marcha porque ya la lluvia era inminente y decidimos regresar, la mayoría a Caracas y otros 4 a Maracay.
Hoy tengo unos nuevos amigos de aventuras fotográficas, que si bien aún no me sé los nombres de memoria de todos, se que podemos seguir teniendo estas aventuras  de lo que sin duda más me apasiona.
Muchachos, ojalá que se repita pronto!!!

jueves, 18 de marzo de 2010

La Mala Costumbre



 Lo malo de vivir en el trópico es que andamos mal acostumbrados con el tema del clima. Después de varias semanas de intensa sequía, donde, además de ver desde el Ávila hasta cualquier montecito,terreno, maticas o afines en alguna carretera venezolana arder por las llamas, por fin llega una pequeña lluvia. No fue un gran aguacero, mucho menos un diluvio, pero si una lluviecita que aunque de escasa a brevísima duración diría yo, fue un tanto intensa. lo suficiente para mojarnos los zapatos al cruzar una calle, o correr a buscar una bolsa para no empapar el secado de pelo, que bastante caros están. Pero... y lo cumbre es que en mi transcurrir como transeunte durante cuadra y media, que es donde estaba estacionado el carro escuché con gran asombro como la gente se quejaba de la cola que se iba a formar, del pelo que se mojaba, de tener que comprar un antigripal por siaca, y un sin fin de cuentos más que deja mucho que desear con respecto a lo que son las necesidades de todos para centrarnos en nuestras propias necesidades.
Que más dá mojarse los pies, o que se  nos caiga el secado, o  pasar un tiempito más en la cola (total, ya bastante tiempo pasamos allí). Es que acaso no podemos alegrarnos por ese poquito de agua que le llega al Ávila para que su próxima quema sea menos intensa? o a cualquier monte que bastante seco está ya. Ademas la lluvia ayuda a limpiar este terrible olor a parrilla sin carne que está circundando en Caracas y sus alrededores y también despeja un poco el ambiente sombrío y lúgubre que se percibe en las noches, ya percibido con anterioridad por la escasez de electricidad.
No seamos tan egositas y antes de quejarnos, pensemos como vive la gente en países donde la lluvia es lluvia, y la sequía es sequía, les aseguro que no se quejan tanto como nosotros.

martes, 9 de marzo de 2010

Fiestecita Carnestolenda

Una de las mejores cosas que ofrece el carnaval es poder vivir la vida en colores. Grandes y chiquitos, altos y bajitos, rubios o indios viven sus mejores historias a través de un personaje de ficción. Unos lo hacen por motus propius, las más pequeños porque los papás quieren revivir en ellos sus fantasias o porque en el colegio preparan un acto con un montón de tonalidades para revivir una vez al año la vida del carnaval.
Esta vez lo viví de cerquita gracias a mi sobrina preferida, la más chiquita y la alegría de la familia, quien ahora forma parte del grupo de Danzas de la casa de la Cultura de Chacao, donde religiosamente asiste de la mano de su papá, y tanto ella como su comarca de amiguitas no pierden oportunidad de salir al ruedo cada vez que hay un sarao. Todo ello por supuesto con la ayuda de sus dedicadas profesoras de danza quienes las incentivan a mover el esqueleto cada vez que tienen una oportunidad, y si no la tienen la inventan.






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